domingo, 12 de diciembre de 2010

La reaparición del Guadiana y las cartas a los Reyes

Diréis que soy como el Guadiana, que aparezco y desaparezco, y con razón. Pues no, no me he ido del país ni huyo de la Interpol, pero llevo unas semanas con el blog totalmente abandonado, por lo que os pido mil disculpas. La verdad es que entre virus diversos (de los niños y de la madre), estropicios domésticos que me tienen pendiente del gremio de la reparación, puente, idas y venidas multiples de y al cole y otras muchas incidencias como la búsqueda de lugar para celebrar la Comunión de la peque (sí, que el año pasado por poco me pilla el toro por esperar a enero) que no os voy a enumerar por miedo a mataros de aburrimiento, no me queda tiempo ni de respirar!

Ante todo quiero agradeceros las muestras de interés y especialmente a Sara, una recién incorporada Madrastra de Cenicienta que me ha dedicado unos comentarios que me han encantado y me han animado un montón. Bienvenida y muchísimas gracias por seguirme, espero que sea por mucho tiempo!

Dicho todo ésto, os podéis imaginar que tengo un montón de temas pendientes de comentar con vosotras: moda, libros, música, hobbys... pero con la proximidad de las Navidades, creo que toca hablar de lo que nuestras niñas le van a pedir a los Reyes, que incluye un poquito de todo lo anterior. Y digo bien, a los Reyes, porque las mías aún les escriben carta!

Como siempre he dicho, no todas las Cenicientas son iguales, ni siquiera parecidas, así que para muestra un botón: de mis dos hijas, la mayor sólo quiere libros...bueno, y la guitarra de la Wii, y ha prohibido expresamente a Sus Majestades que le traigan ropa o cualquier cosa que se relacione con ella. No se si os he hablado alguna vez de su fobia por la moda (ahora anda buscando desesperadamente nuevas fobias en cuyos síntomas se reconozca, la penúltima, la corofobia o fobia al baile...y es que el pavo da para mucho), pero la peor tortura que puedo idear para ella es una tarde de compras. Este verano se llevó unos zapatos pequeños del Outlet de Larrana por evitar probarse un número mayor...claro que luego me tocó a mi ir a cambiarlos!

El caso es que el otro día dió marcha atrás (sólo un poquito) cuando vió una chaqueta ideal de Trasluz en un blog del que pienso hablaros mañana
, si mi ajetreada vida me lo permite, junto con otros cuantos en los que podéis encontrar ropa preciosa para adolescentes incipientes. Ha accedido a la chaqueta y alguna cosita más, como los increíbles pañuelos que hace nuestra querida Salas (alguno más va a caer para las Cenicientas de toda la familia), quien, por cierto, anuncia sorteo inminente que no os podéis perder (a la derecha tenéis el enlace a su blog), o los preciosos conjuntos de pañuelo y coleteros de mi buena amiga, y responsable en gran parte de que os esté dando la lata con este blog, Eugenia, de Camyla, Camisetas y Lazos. Pero poco más. El resto, como ya os decía, libros, libros y más libros. A modo de ejemplo, y por si os pueden interesar, aunque ya hablaré de algunos de ellos en profundidad, Reckless de Cornelia Fünke, Escuela de Frikis 2 de Gitty Daneshvari, Fablehaven 2 de Brandon Mull (de este en particular le encantó la primera parte) y otros muchos cuyos títulos vuelve n loca mi madre cada vez que me llama a preguntarme.

Fuera de estos apartados, ha pedido un par de juegos de Lego, que tienen una pinta estupenda: Minotaurus, vuelta de tuerca al laberinto mitológico y Creationary, una especie de Pictionary en el que en lugar de dibujar hay que construir el objeto a adivinar con piezas de Lego.

El último regalo que ha pedido, no sé si decíroslo. A las que, como Eugenia, la conocen, no les extrañará nada, pero a las demás igual os asusta. Un kit de reconstrucción facial y otro de huellas dactilares de la colección de CSI. Es que, para las que no lo sepáis, mi hija mayor quiere ser Técnico Forense desde que tenía 8 añitos. Ya os había dicho que es algo especial.

La peque, sólo un año menor, tiene 9 años, ha pedido cosas totalmente diferentes. Muñecas, muñecas y más muñecas (creo que eran 16 en el último recuento), Pet Shops, algún Lego, que le apasionan, toda la ropa que los Reyes quieran (ésta es como las Nancys, te puedes pasar la tarde probándole ropa, que es incansable) y algún libro que otro.

El apartado muñecas me tiene preocupada. Tiene una cesta llena de Barbies, Bratz y similares, todas ligeras de ropa en el mejor de los casos y totalmente amontonadas. Y digo yo, ¿para qué necesita más? Ya le he dicho que si quiere muñecas nuevas, tiene que deshacerse de las que no usa (la mayoría) que llevaremos a Cáritas si están en buen estado. Y lo mismo con el resto de los juguetes, porque una de las cosas que tengo claras, clarísimas, es que tienen que aprender a valorar su suerte y darse cuenta de que hay muchos niños que no pueden disfrutar la Navidad como ellos. El verdadero sentido de la Navidad no tiene que ser el de pedir, pedir y pedir, sino, por el contrario, el de dar todo lo que se pueda a los que más lo necesitan. Por suerte, creo que lo han entendido perfectamente.

Pero volviendo a las muñecas, me va a volver loca con las Monster High, un horror que le gusta hasta a su hermana, que siempre ha detestado las muñecas, y que encima están agotadas en todo Madrid! De las Supernenas Z, Moxies y más Bratz, ya le he dicho que se vaya olvidando.

En cuanto a los libros, los gustos son totalmente diferentes, a ella le gusta Bat Pat (que ha publicado otro libro de los "gorditos" con olores a lo Gerónimo Stilton), las Winx (no las puedo soportar), Código Lyoko y Tea Stilton.

Yo por mi cuenta les he buscado otros libros y regalos que creo que les van a gustar y de los que espero poder hablaros esta semana. En cualquier caso ¿qué les van a pedir vuestras hijas a los Reyes? (si es que aún les escriben carta, que a estas edades nunca se sabe).

3 comentarios:

mariagalan dijo...

Me he partido de risa con lo de "Técnico Forense" jajajajja.... pues ¿sabes que tengo una amiga que quiere ayudarme con el tema "Pattys" porque dice que quiere poner algo más colorista en su vida y que es nada más y nada menos que médico forense?????? así que dile a tu hija que igual termina trabajando conmigo!!!!
Lo de las Bratz a mi tampoco nunca me gustaron... antes las muñecas eran para jugar a mamás, pero ahora son casi agresivas ¿verdad?
Bsss y hasta pronto guapa!!!!

Fátima dijo...

Pues mira, la verdad es que no estaría mal... ni por trabajar contigo ni por ir a Sevilla, que me encanta! Tenías que haber visto la cara de su profe de 3º de Primaria el día que me estaba esperando para contarme que había preguntado a los niños lo que iban a ser de mayores y la mía le salió con lo de Técnico Forense, por poco le da una lipotimia a la pobre! Hasta me hizo llevarle los libros de Ciencia Forense que se había leído la niña (para niños, por supuesto). Y es que Gádor siempre ha sido un poco Miércoles Addams...pero tiene su encanto!

Anónimo dijo...

¡Por Dios Fátima, coloraíta perdida que me puse anoche al leer tu entrada!. Menos mal que mi marido no se dió cuenta. Mil gracias a ti.
En cuanto a lo de los regalos, este año creo que nos vamos a pasar: dos gordos (PSP y videocámara de "niña"), pero la verdad es que creo que se los merece, lleva mucho insistiendo, y además prefiero esos dos gordos para la familia, que diez cositas que luego no sirven para nada. Y aparte por supuesto un libro, uno que me recomendó una amiga (La evolución de una tal Calpurnia Tate, o algo así ;p), un pañuelito de Salas, monísimo, un pijama, y alguna cosita más. Ana si pide cosas de ropa, quiere un bolso, y si pudiera seguir pidiendo cosas de ese estilo no paraba, menos mal que no se le ocurre todo a la vez. Ya os contaré qué tal ha ido la cosa (y espero enrrollarme menos). Besos,
Sara